No es nuevo conocer que en el Campo de Gibraltar respiramos dióxido de azufre día tras día, pero en las últimas semanas los niveles amarillos (Media horaria entre 10-20 ug/m3) y rojos ((Media horaria entre 20-125 ug/m3 ) han sido una constante a lo largo de la semana, y como siempre, Puente Mayorga, Campamento, Guadarranque y La Línea son las zonas más afectadas.

Desde el pasado 11 de julio al 22 del mismo se registraron hasta 122 veces excesos por encima de la normativa legal en San Roque -Campamento y 34 veces en la Línea de la Concepción.

Parece que los habitantes de la comarca estamos condenados a vivir en el infierno de azufre al que la Biblia hace referencia sin que los dirigentes políticos responsables se preocupen por nosotros. Parece que los políticos piensan que nos merecemos vivir respirando azufre por mucho tiempo, ya que a estos valores le tenemos que sumar que las políticas que se están llevando a cabo siguen el mismo rumbo y no van a cambiar, siguen aprobándose ampliaciones como la de la refinería CEPSA y la de Acerinox, las cuales traerán mayores emisiones . Ello con el apoyo del Gobierno Socialista de Susana Díaz, vendiéndolo como buena noticia para la zona.

Por todo esto, desde el Círculo Podemos de Medio Ambiente del Campo de Gibraltar exigimos la realización de un estudio epidemiológico serio que resuelva el motivo y los factores por el que los habitantes del Campo de Gibraltar tenemos un 50% más de posibilidades de sufrir cáncer y una vida 5 años inferior a la media nacional, porque desde el Palacio de San Telmo dicen que es por el bajo nivel sociocultural y el elevado consumo de tabaco, argumentos insostenibles y nada creíbles.

Además pedimos la moratoria de la industria pesada contaminante, es decir, que no se amplié ni se implanten nuevas industrias pesadas contaminantes, hasta que ese estudio no se realice y que desde las administraciones se apueste por una nueva industria que sea referente en la transición energética. Vemos como Alemania, Suiza y Portugal, entre otros tantos países, están llevando a cabo un ambicioso proceso de transformación hacia energías limpias mientras España se vuelve a quedar a la cola en innovación y desarrollo de las energías renovables.