Abril 19, 2024

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¿Eres de derechas?

Por Rafa Oliva

En los últimos meses se habla mucho del auge de la derecha en España, sobre todo después del triunvirato que Populares, Vox y Ciudadanos han pergeñado para alzarse con el poder en el Parlamento Andaluz. 

Muchos votantes han visto aliviados como el Susanato ha caído después de casi 40 años de supremacía, al grito de ¡fuera privilegios!, pero sin saber exactamente qué es lo que se les viene encima. Las derechas siempre han centrado su actuación (que no su discurso) en políticas económicas, mientras captaban las miradas y los votos gracias a disfraces con los que es cómodo identificarse, adueñándose así de símbolos y tradiciones que nos pertenecen a todos.  ¿Te gusta la caza, la Semana Santa, los toros o eres creyente? Pues entonces eres de derechas (o al menos ese es el mensaje que nos lanza la televisión).

Sin embargo, el fondo de las verdaderas políticas de derechas poco tienen que ver con defender el folclore: las derechas se centran en aplicar políticas económicas que el ciudadano medio apenas es capaz de vislumbrar. ¿Reducciones de impuestos?   Sí, pero sobre todo a las grandes empresas. ¿Impulso del empleo? Sí, pero a través de la precarización de los contratos y la destrucción de la negociación colectiva. ¿Liberalización del mercado? Sí, pero convirtiendo los servicios públicos en un negocio para sus amigos.  La derecha busca la concentración de la riqueza en pocas manos (sus manos), mientras que al obrero solo le caen las migajas.

A la derecha le da igual si a ti te gustan los toros o si vas a misa, lo que quiere es que sus empresas afines aumenten sus beneficios.  El obrero vota a las derechas pensando que así está defendiendo sus tradiciones, porque se siente muy español y mucho español, porque le han inculcado el miedo al inmigrante y porque en el fondo aspira a ser como ellos, un acaudalado terrateniente que recorre sus haciendas a lomos de un esbelto corcel.  Algunos incluso votan a las derechas porque Pablo Iglesias se ha comprado un chalet o porque Monedero es un pedante gafotas. 

Pero el obrero que vota a las derechas está votando en contra de sus propios intereses, está precarizando y poniendo en riesgo su puesto de trabajo, empobreciendo a sus padres y abuelos pensionistas, vendiendo la educación de sus hijos, promoviendo el expolio de los recursos naturales del tercer mundo y plegándose a las políticas neoliberales que acabarán por destruir nuestro planeta.  Sí, sí, pero… ¡que guay está lucir la pulserita de España en las terrazas del Paseo!

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