El consistorio tarifeño estaría utilizando una estrategia apoyada en dos pilares: el fomento de actividades relacionadas con este ejercicio de crueldad animal bajo la excusa de la conmemoración de los 130 años de edad del edificio, y la promoción de festejos en una plaza cuyo estado se podría calificar de lamentable.

Así, el colectivo ha denunciado que “a pesar de que la ciudadanía tarifeña lleva años dándole la espalda a la anacrónica tauromaquia, el Ayuntamiento de Tarifa pretende dar una vuelta de tuerca a la situación al fomentar su promoción con dinero público, bajo la excusa del 130 aniversario de la plaza de toros, y contemplando ceder a una peña taurina que cuenta con 180 miembros (el 0'9% de la población total) los usos y la gestión futura de dicha plaza, de la que no está clara su titularidad. Al mismo tiempo, los habitantes de Tarifa tienen derecho a conocer cuál será el coste de la remodelación que haría posible la celebración de los festejos.

El edificio, “al que el Ayuntamiento le otorga un pretencioso ‘carácter histórico’, solo puede adjetivarse como singular por carecer del gran valor que se nos quiere hacer creer que posee, no encontrándose ni tan siquiera registrado como Bien Inmueble en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, tal y como sí se encuentran catalogados el centro histórico de Tarifa, el espacio subacuático Isla de Tarifa, o el fondeadero nordeste de la Isla de Tarifa”.

Además, desde Somos EQUO Tarifa Verdes han querido llamar también la atención sobre el mal estado de la plaza de toros tarifeña, “donde es inviable la celebración de otros tipos de eventos, aunque incongruentemente se permitan llevar a cabo los de carácter taurino”.

Por todo ello, Rosmarie Hennecke, portavoz de Somos EQUO Tarifa Verdes, y Anabel Marín, representante de la Red EQUO Derechos animales en Cádiz y miembro de AVATMA, han exigido al Ayuntamiento de Tarifa que “deje de apostar por una actividad en pleno declive” (entre el periodo 2007-2017 los festejos en plaza han descendido en nuestro país un 57,8%)- y que la utilización de fondos públicos “tenga como objetivo el fomento de verdaderas actividades culturales que dignifiquen a una ciudad del siglo XXI, siglo donde no existe cabida para la tortura y la muerte de animales como espectáculo público, y que potencie en positivo la imagen de Tarifa desde el punto de vista turístico, pues la tauromaquia genera en la actualidad un gran rechazo y por lo tanto no es un aliciente turístico para la inmensa mayoría de personas que se plantean visitar la ciudad de Tarifa y su maravilloso entorno”.