LOS BARRIOS.- La Unión Deportiva cayó con apatía y tristeza en el anexo de césped artificial de la ciudad deportiva José Ramón Cisneros. Ni el césped, ni la luz, ni las bajas, fueron excusas ante la pasividad del conjunto gualdiverde, romo en ataque, débil en defensa y en tierra de nadie, dónde naufragó como barco a la deriva en la capital hispalense, lejos de la imagen mostrada en Gerena, Coria o Écija, dónde si fue un equipo contundente, expeditivo y con criterio, a pesar de venirse de vacío.

Pero ayer no hubo excusas, porque el once gualdiverde, a pesar de viajar con dos juveniles del conjunto que entrena Pedro García, era un equipo veterano, experto, con nivel, a diferencia del segundo filial sevillista, plagado de juveniles.

El entrenador rival, Chesco, entregó el balón desde el calentamiento a los de la Villa y estos picaron rápido en la trampa. Se abrieron en defensa y adelantaron los dos laterales improvisados que alineaba el técnico barreño, Juanjo y Domingo, para que las pérdidas visitantes se aprovecharan a las espaldas de los centrales Dani Guerrero y José, que defendieron sólos, con las líneas muy distantes y el equipo siempre fuera de las jugadas tácticamente.

Las ocasiones en la primera mitad brillaron por su ausencia, sólo un centro chut local pegó en el larguero y un disparo lejano se fue por encima del arco que defendía Goito. Por parte gualdiverde, sólo un par de corner que no encontraron rematador, escaso bagaje para vencer lejos de casa.

En la segunda mitad, cuando todo parecía que el empate sería el resultado definitivo, la Unión Deportiva se fue a por el partido, aunque siempre sin exceso peligro, a excepción de una falta botada que se paseo sin rematador por la meta sevillista. Las contras locales, comenzaron avisando del peligro sevillista, un remate al larguero, un corte del capitán Guerrero cuando se quedaba sólo el interior derecho del equipo sevillista, evidenciaron que el gol local era cuestión de minutos.

Así fue, un desborde por banda izquierda del filial propició un centro al segundo palo que encontró el derechazo de Borja que adelantó a los sevillanos, causando impotencia en los barreños.

Tras el gol, minutos de tanteo entre ambos equipos y apagón en la ciudad deportiva. Tras veinte minutos se reinició y el filial volvió a marcar. La Unión se quedó con diez, tras la expulsión de Ayala, por impotencia, que hizo falta a un defensor local y sólo dio tiempo para volverse de vacío de resultados y de juego, que al fin y al cabo, fue lo peor en la tarde de ayer.

El próximo miércoles, match-ball en el San Rafael para recibir a partir de las 19:30 horas al CD Utrera, que viene de golear por siete a cero al Conil CF. Momento clave para los de Sevi, sino quieren ver como antes de viajar a San Fernando, se meten en la zona baja de la clasificatoria.