DEPORTES / LOS BARRIOS.- No recordaban los más files seguidores de la Unión el resurgir de la afición barreña, no daban crédito al ver la grada llena de ambiente, colorido, cánticos e ilusión. Diez años después, tras la liguilla de ascenso de junio de 2009 la Unión Deportiva vivió una catarsis que le condenó a una crisis deportiva, social e institucional de relumbrón.

La dimisión del ex presidente Lamas dejó un club a la deriva, con la línea de flotación tocada, que a última hora cayó en manos de Prieto, que sólo duró en el cargó 4 meses, desde agosto a noviembre de 2009 para dar paso a una gestora, que bajo la dirección deportiva de Rafael Escobar logró la permanencia en tercera división en la primera etapa del cordobés al frente del conjunto gualdiverde. Finalmente, el verano de 2010 dio paso a la época del actual presidente Álvaro Moya, que durante estos casi ocho años ha trabajado con el objetivo de enderezar el rumbo del club para que los principales protagonistas, los aficionados, volviesen a recuperar la fe y la credibilidad en su equipo, la Unión Deportiva.

El autobús fletado hasta la localidad de Sanlúcar de Barrameda, con más de un centenar llegados en vehículos propios y en el autocar, las más de 800 personas en el San Rafael ante el CD Cabecense y la ilusión por desplazarse hasta Algeciras, han desatado una fiebre gualdiverde en la que mucho tiene que ver el Comando Chicharrón, integrado en su mayor parte por miembros que han defendido en categorías inferiores al propio club gualdiverde  y que con iniciativas propias están llenando de contenido social los encuentros del primer equipo de la Villa.