Y los gobiernos españoles  invierten poco en educación, se cambió la educación en cuarenta años de democracia en siete ocasiones, cada vez que existió un gobierno de distinto color hubo cambio y a peor, los gobiernos deben saber que la educación es un derecho de estado, no un derecho político de conveniencias.

Pasamos de un extremo al otro sin pasar por el centro, y los extremos se tocan y sólo son frustraciones, ya sea en educción, o en cualquier otro tema.

Hemos pasado de una España Grande y Libre. A 17 España cabreadas y distintas en competencias de educación, y en muchas otras, quitan dinero a unos para contentar a otros. La educación se ha convertido en cada región de España distinta, según el color de los políticos que la custodian, y según conveniencias.

Hacen  modelos de enseñanzas distintos en cada una de las España divididas, hacen una educación por competencias.

La evolución de la enseñanza desde los años cincuenta ha cambiado y no para mejorar, en las escuelas públicas tanto en el ámbito académico como en el trato de los alumnos, ahora muchos alumnos, aparte de inoperantes son “intocables” aportando las instituciones educativas con generaciones déspotas y nefastas a la sociedad. ¡Y que no se  les ocurra a los profesores suspenderlos! Porque podrían conocer a su Papa y/o su Mamá, al defensor del pueblo, a la comisión de los derechos humanos de la UE, y hasta al periodista que te  retratará por ser un maestro injusto.

Por todo esto es necesario y en defensa de la igualdad de todos los españoles que el estado debe hacer regresar las competencias de educación, centrándolas en todo el estado por igual, y no una educación distinta en cada región. La educación es un derecho de estado, no es un derecho político.Pues si no lo hacen así, el estado jamás será ni rico, ni Poderoso. Pues los políticos deberían hacerse un examen de conciencia, y ser mas responsables sobre el tema educativo y su disciplina que no existe. El adoctrinamiento en algunas regiones creando odio hacia el resto de españoles distorsionando la historia de España a imagen de políticos según su región, o autonomía. Y con esta nefasta forma de actuar nos pone a todos los españoles y a España al borde del precipicio. 

Se incuban con el dinero de todos las mentiras, cambian la historia según conveniencias, y crean una memoria histórica a conveniencias políticas creando odio a todo lo que huela a España, y para más irritación con el consentimiento de partidos y algunos gobiernos.

Muchos buscamos secretamente nuestra propia comodidad, y no nos damos cuenta, que la paz viene cuando existe el respeto a los demás. Y cuando se hacen las cosas a nuestra voluntad y gusto; más si de otra manera suceden, prestos se alteran. Y así nos va, porque no somos capaces de respetar ni nuestras propias leyes, por la falta de autoridad, de muchos de los gobiernos. Y autoridad que no se ejerce, autoridad que se pierde.

Por la diversidad de pareceres y opiniones, muchas veces se levantan discordias entre amigos, familiares, vecinos, entre religiones y devotos. Las costumbres antiguas con dificultad se quitan. Y ninguna de buena gana quita su parecer, por no dar su brazo a torcer, el orgullo nos destroza.

De modo que sus señorías, y gobiernos deberían  poner las cosas cada una en su lugar: Porque no es lo mismo elegir la mejor educación para nuestros hijos y nietos, que entregárselo ha los estados diferentes y ruinosos dentro de una misma nación, para que estos sean adoctrinados.

Y si la financiación va ligada a la sostenibilidad de una Nación. Esta debe ser de calidad y capaz de hacer frente a las necesidades de la sociedad actual.

Nosotros los padres: también deberíamos ser educadores, así como las televisiones, instituciones, y políticos, todos deberíamos ser educadores, para bien común de todos, y no consentir que TV, sea el mejor maestro como sucede, y no sólo los maestros y profesores. Pero las leyes que ponen no son así. Porque cuando un niño hace una travesura, su madre se enfada con él, lo castiga. Pero después le perdona, pero la ley española castigará a esa madre o padre, cuando dan un tirón de orejas a su debido tiempo a su hijo, y si el niño los denuncia porque existen más derechos que deberes el padre o madre son castigados, por leyes de interés político.

Si estos políticos que tenemos hicieran un examen de conciencia, la ley del menor debería ser modificada. No se puede castigar a un padre que reprime a su hijo su mal comportamiento. Así que no me queda otra que culpar a los políticos que con su forma de ver las cosas, y para que los niños no se depriman según ellos, son los únicos culpables del mal de España. Estudie, en tiempo donde el alumno si se portaba mal, era castigado por su profesor, y si mis padres se enteraban, el castigo era doble. Y nunca estuve deprimido sino agradecido a mis padres, y profesores, sencillamente porque de mi hicieron una persona libre, respetuosa  y sin perjuicios.