Valera explicó que esta desaparición puede afectar a puestos de trabajo en la comarca de despachantes de mercancías y personal de almacenes, logística y transportes que habitualmente comercian con el peñón. Considera que incluso podría abocar al cierre a muchas empresas que, como sucede en La Línea, obtienen el 30 por ciento de su facturación de las ventas a Gibraltar.

Juan Franco ha reconocido su preocupación por que se pueda llegar a producir “un problema serio” en caso de que se desmantele la frontera y este colectivo no sea tenido en cuenta. “Hablamos de quinientas personas entre puestos de trabajo directos e indirectos en el Campo de Gibraltar”, señaló.

Por ello, se ha comprometido a trasladar el asunto a las autoridades competentes en la negociación con Reino Unido sobre el Protocolo de Gibraltar, una vez que se le cite “para recibir información directa, más allá de la conocida a través de los medios de comunicación, por los que sabemos que parece que hay entendimiento, según las declaraciones desde el Ministerio de Asuntos Exteriores”.

Por su parte, el presidente del Colegio de Agentes de Aduanas afirmó que, aunque no pueden ir en contra de lo que pueda ocurrir, quieren que “se sepa que existimos” y que, si hay supresión de fronteras, se articule alguna medida para paliar un posible cierre de empresas de este tejido empresarial que se siente ignorado.